Cuando somos jóvenes y alocados, lo único que queremos es estar cuanto más tiempo fuera de casa mejor. Salimos a la calle y vamos a los bares, a tomarnos algo a cualquier sitio o simplemente a sentarnos en las plazas, para salir de la rutina del hogar. Sin embargo, poco a poco vamos cambiando esa visión del mundo y al final, en muchas ocasiones, no tenemos ganas de salir cuando llega el fin de semana y preferimos quedarnos en casa. Eso no significa que no podamos compartir un buen rato de risas y secretos con nuestros amigos, invitándoles directamente a nuestro hogar para celebrar allí una pequeña reunión.
Da igual si es algo planeado o simplemente porque se presenta una visita en nuestra puerta, si es una ocasión especial como un cumpleaños o cualquier tipo de celebración, o simplemente estamos haciendo una cena normal y corriente, de tantas que siempre soñábamos hacer cuando tuviéramos nuestro propio hogar. El caso es que siempre debemos saber agasajar a nuestros invitados con lo mejor de lo mejor, y los cócteles suelen ser una solución magnífica para cualquier tipo de ocasión, puesto que los hay tan diferentes que seguro que alguno gustará a nuestros invitados, y podemos prepararlos rápidamente en la cocina, siempre que contemos con todo lo necesario.
Vaso mezclador y coctelera: unos de los elementos imprescindibles
Antes de nada, para preparar auténticos cócteles bien mezclados necesitamos dos herramientas imprescindibles. La primera es vaso mezclador, que es el recipiente donde colocaremos el licor y todos los ingredientes que vayamos a sumar a nuestro cóctel particular. Una vez esté todo en el vaso, se recomienda moverlo para que se mezcle de la mejor forma. Pero claro, para que eso se lleve a cabo del todo y la mezcla quede perfecta, lo mejor es utilizar el segundo objeto imprescindible: la coctelera. Agitándotela con fuerza, con el cóctel ya en el interior, la mezcla se hará perfecta.
Este tipo de utensilios se puede encontrar prácticamente en cualquier tienda, y podemos comprarlos lo más barato posible, o buscar algunos de mejor calidad que, por supuesto, también saldrán algo más caros. El vaso mezclador se puede limpiar y lavar, por supuesto, pero si vamos a preparar distintos cócteles, tal vez lo mejor sea tener varios de ellos, para poder utilizarlos a la vez. Lo mismo ocurre con la coctelera, aunque con menos intensidad, ya que al ser de metal suelen ser más asépticas en eso de concentrar los sabores entre uno y otro preparado.
Licores necesarios para sorprender a tus amigos
Lo imprevisible de una vista es que nunca sabes qué tipo de bebida van a querer tus invitados. A veces, cuando se hacen fiestas, se pregunta antes lo que cada cual bebe y por eso se preparan ya previamente los licores, para tenerlos a mano cuando haya que comenzar con los cócteles, sin embargo, hay ocasiones en los que tenemos que enfrentarnos a esas visitas imprevistas, y debemos estar preparados para cualquier cosa que nos pidan. Por ejemplo, tener siempre en la despensa botellas de ron, vodka, ginebra y whisky, que son los cuatro licores elementales para preparar estos cócteles, los más usados y seguramente los más populares para casi todo el mundo.
Existen diferentes variedades en cada caso, y eso también hemos de tenerlo en cuenta. Si vamos a preparar mojitos, por ejemplo, lo mejor es contar con botellas de ron blanco. Además de estos licores fuertes, también es recomendable tener botellas de licores de sabores, para darle un toque mucho más delicioso a nuestros cócteles. Licor de frutas del bosque, licor de granadina, licor de angostura, licor de lima… Todo ello puede servirnos si no tenemos zumo natural de esos ingredientes para preparar los cócteles, y además, sirven para darle un toque mucho más exquisito a nuestro preparado.
Cócteles clásicos que gustan a la mayoría
Siempre habrá alguien que tenga unos gustos muy particulares y especiales, y que nos ponga en un aprieto a la hora de tener que hacerle un cóctel, salvando nuestra honra como podamos según lo que nos pida. Pero en la mayoría de casos, los cócteles clásicos, los de toda la vida, suelen gustar mucho a la mayoría de la gente. Solemos conocer a nuestros invitados, así que sabremos perfectamente qué es lo que beben, y qué ofrecerles en cada momento. Por ejemplo, el mojito es un coctel preparado con ron blanco, zumo de lima, un poco de angostura y azúcar moreno que suele encantar a todo el mundo, por su sabor chispeante y refrescante.
También es muy conocido el Dry Martini, que mezcla vermouth con ginebra y cáscara de limón, o el famosísimo Manhattan, con whiskey, vermouth rojo y cerezas marrasquino. Para los más dulces, el San Francisco es una apuesta segura, ya que lleva un poco de ginebra con zumo de granadina y azúcar. Y para los que disfruten del sabor más tropical, un Daiquiri será la opción siempre ganadora, con un poco de ron, zumo de limón y jarabe de mango. Todos ellos tienen sus versiones no alcohólicas, como veremos ahora.
Cócteles sin alcohol: una alternativa que gustará a todos
Si en nuestra hay gente que no bebe, ya sea porque no puede hacerlo, por prescripción médica o por decisión propia, lo mejor es sencillamente prepararles cócteles deliciosos que no tengan ni una sola gota de alcohol. Todos los que hemos nombrado en el párrafo anterior tienen sus versiones sin alcohol, así que puede ser buenas alternativas siempre que recodemos cuál es el mojito que lleva ron y cuál es el que no lo lleva, antes de entregárselo a nuestros invitados, para no equivocarnos.
El Shirley Temple se puede preparar también sin alcohol, mezclado el agua con la dulzura de las cerezas en almibar y la granadina, además de añadir un poco de sabor cítrico con el limón y la naranja. Las limonadas con jengibre o los smoothies son también cócteles sin alcohol que suelen encantar a todo el mundo por ese sabor tan intenso y especial que tienen, además de por su función refrescante. Así todo el mundo estará contento con sus cócteles, y habremos quedado de maravilla ante nuestros invitados.