El reality show Masterchef lleva años triunfando en todo el mundo, desde su versión original a principios de los 90, hasta su expansión en la última década. De hecho, muy pocos saben que la primera emisión de este programa data de 1990, en Reino Unido. Aquella edición no tuvo mucho éxito, pero con el tiempo, la BBC decidió revitalizar el formato y traerlo de vuelta en 2005. Aquí sí que se cumplieron las expectativas, y el show se convirtió en todo un éxito, porque presentaba la cocina como una competencia divertida y extrema. El formato ha sido llevado a numerosos países, entre ellos España, y ha dado también lugar a una serie de programas sobre cocina que se han hecho muy populares. De hecho, sigue siendo una de las principales bazas para las cadenas de televisión donde se emite, tanto en su versión “anónima” como en la de los famosos.
Masterchef nos ha demostrado que “cualquiera puede ser un gran cocinero”. Esto, obviamente, tampoco es cierto del todo, pero al ver el programa cualquier espectador se lo imagina. Quiere estar ahí, realizando unas pruebas que parecían complejas pero que al final, “no son para tanto”. Todos llevamos dentro un pequeño cocinero o cocinera que quiere salir a la luz, y estamos orgullosos de nuestras mejores recetas. Por eso, poner en liza a varios concursantes anónimos para que millones de personas les vean preparar platos es una idea que funciona tan bien. Cocinar es algo que todos hacemos en casa. No hace falta tener un talento especial, en realidad, solo mucha constancia y mucha paciencia. El carácter de los concursantes también es otro punto imprescindible para entender el éxito de estos formatos. Empatizamos con ellos, nos reflejamos en sus actitudes, en las decisiones que toman. Semana a semana, seguimos sus aventuras, sus retos, sus pruebas. Lloramos con ellos, reíamos con ellos, celebramos sus éxitos y sentimos sus fracasos. Pasan a ser celebridades de la noche a la mañana. Y eso puede llegar a ser complicado cuando tienes un pasado que tal vez no quieras que salga a la luz, como es el caso de David, de Masterchef 10 edición España.